Hoy en día encontramos valuaciones históricamente altas en los mercados accionarios, sobre todo en Estados Unidos y es un factor importante a tomar en cuenta al momento de invertir.
Fuente: AQR, 2018.
Si consideramos como caídas importantes aquellas correcciones de mercado de -20% o más, podemos decir que el mercado ha tenido 11 caídas importantes desde 1926, lo que nos da un promedio de una caída importante cada diez años. La magnitud de estas caídas, partiendo desde su punto más alto hasta el punto más bajo ha sido de -33% en promedio y ha tomado a los inversionistas un promedio de 27 meses para recuperarse, asumiendo que el inversionista mantiene la inversión durante este plazo y no rebalancea.
(Fuente S&P500 index)
Es claro que evitar este tipo de caídas sería una estrategia muy deseable y daría al inversionista más tranquilidad sobre su capital. Lo curioso es que la historia nos demuestra que evitar este tipo de situaciones, en donde buscaríamos vender nuestras posiciones antes de una caída importante y regresar al mercado en plena recuperación, no es posible. Las principales razones de esto es que existen muchos factores que no controlamos, no entendemos o incluso no percibimos antes de que sucedan. Despues de la crisis del 2000, se empezó a identificar este tipo de eventos bajo el nombre deBlack Swan, haciendo referencia a que la gente hasta el siglo XVII solo podía imaginar cisnes blancos, porque todos los que habían visto hasta ese entonces eran de plumas blancas, hasta que de Vlamingh, un explorador holandés, viajó a Australia en 1697 y vió por primera vez a un cisne negro, rompiendo así con la idea de que se podía predecir que cada nuevo cisne percibido por una persona tenía que ser blanco.
Seguramente hemos oído a algunas personas que creen que los precios del mercado son un buen predictor de los rendimientos que podemos obtener de nuestras inversiones. Esta creencia parece ser casi siempre correcta sin importar el tipo de activo. Por ejemplo, al comprar un terreno, mientras menor sea el costo de adquisición mayor será la ganancia esperada si se planea venderlo a un precio mayor en el futuro. Otra creencia muy fuerte en los medios y entre los inversionistas es que las valuaciones de mercado igual son buenos prediciendo cuando ocurrirán las caídas generales de mercado, pero la historia nos ha demostrado que esta creencia es incorrecta.
¿Cuáles son las consecuencias de estas creencias?
La idea de que los precios de mercado por si solos pueden predecir el momento de una crisis puede ser causa de que un inversionista retire su posición en acciones cuando ve valuaciones altas y se pierda de una gran parte del rendimiento que otorga este tipo de activo, afectando así el rendimiento global de su portafolio en el largo plazo. Por ejemplo, en agosto de 2016, las valuaciones llegaron a niveles del 10% más caro de toda la historia, y para agosto de 2018 el mercado había regresado un total de 30%. Al 26 de octubre de 2018, incluso después de las caídas recientes, ha regresado un 22%.
Muchos inversionistas suelen esperar una gran venta de activos cuando los precios están caros en relación a sus niveles históricos, pero hemos visto en las dos últimas crisis (1999 y 2008) que este no siempre es el caso, ya que aún cuando los precios están caros el mercado puede seguir subiendo por bastante tiempo. Aunque las valuaciones altas no sean un buen predictor de cuando sucederán las correcciones de mercado, siguen siendo un buen predictor de la probabilidad de que sucedan. Lo que esto quiere decir en términos prácticos es que cuando las valuaciones de mercado estén caras, nuestras expectativas de rendimiento deben de ser más conservadoras y debemos de ser más cautelosos al momento de tomar nuevas posiciones. En una gráfica que comparte AQR, una firma de gestión activa muy exitosa, se muestra que aún en ocasiones en que las valuaciones han estado en el 10% más alto de la historia, los mercados han seguido subiendo en promedio (Anexo 1).Lo que es una realidad es que los escenarios negativos han sido más severos cuando las valuaciones de mercado son más altas comparadas a cuando son más bajas.
La evidencia nos demuestra que no hay un patron consistente entre el momento en que suceden las caídas de mercado y el nivel de valuaciones. Lo que podemos hacer en momentos como los actuales, es invertir el limite inferior estipulado en nuestra política de inversión (si se tiene una) o bien, invertir una cantidad con la que nos sintamos cómodos y estemos dispuestos a llevar hacia su ponderación inicial después de experimentar caídas de esta magnitud.
LAF. Raúl R. Valenzuela Hadad, AMIB III, CFA nivel 1 (aprobado)
www.rvhfinancial.com
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